El 17 de octubre de 1987, el padre Joseph Wresinski —una de las primeras
personas que puso en evidencia el vínculo directo entre los derechos
humanos y la extrema pobreza— hizo un llamamiento para luchar contra
esta lacra, animando a conmemorar el Día Mundial para la Superación de
la Pobreza Extrema. Cinco años después la Asamblea General de la ONU, inspirada en
ese llamamiento, declaró el 17 de octubre como el Día Internacional
para la Erradicación de la Pobreza.
Este año se cumple el 30 aniversario de la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño. En particular, la Convención reconoce el derecho de cada niño a un
nivel de vida adecuado para el desarrollo físico, mental, espiritual,
moral y social. La pobreza perjudica el desarrollo de los niños y, a su
vez, conduce a menores ingresos y salud en la edad adulta. Cuando la
pobreza infantil se reconoce como una negación de los derechos humanos
de los niños, las personas en puestos de responsabilidad y poder están
legalmente obligados a promover, proteger y cumplir los derechos de los
niños. Sobre todo, es imperativo reconocer y abordar las
discriminaciones específicas que experimenta la niña. Por este motivo, para este año 2019 el tema elegido por la ONU para conmemorar el 17 de Octubre es:
"Actuar juntos para ofrecer a los niños y niñas, sus familias y comunidades los medios para erradicar la pobreza"
¡Actuemos Juntos!